8 de octubre de 2013

Stress

”Hay suficiente en el mundo para cubrir las necesidades de todos los hombres, pero no para satisfacer su codicia” Mahatma Gandhi

En la raíz de todas las crisis que convergen en el mundo actual se encuentra la cuestión de la superpoblación humana. Analizando individualmente cada uno de los problemas globales a que nos enfrentamos hoy en día, nos damos cuenta que son el resultado del uso de una serie de recursos finitos y no renovables del planeta por parte de una cada vez mayor cantidad de personas. El verdadero peligro que representa nuestra creciente población no son los números absolutos, sino la incapacidad de nuestro medio ambiente para hacer frente a muchos de nosotros haciendo lo que hacemos.

El calentamiento global, las reservas de agua, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los océanos, el suelo fértil y el agotamiento de los alimentos, son muestras de un constante deterioro que pone en riesgo la sostenibilidad de la vigente civilización humana. La consecución de un equilibrio sostenible entre nosotros mismos y el planeta del que dependemos, nos obliga, en muy poco tiempo, a adaptar nuestra población, nuestro nivel de actividad, o ambas cosas.

Fuente: runawayreactions.wordpress.com
Una población sostenible es aquella que puede sobrevivir en el largo plazo sin agotar los recursos de los que depende o sin perjudicar su parcela ecológica, en nuestro caso el planeta, durante el proceso. En palabras del científico Antonio Turiel "La s.o.s.tenibilidad es no consumir más de lo que la Tierra puede reponer, y no contaminar más de lo que la Tierra puede regenerar". Esto significa que el número de individuos y el nivel de actividad que creamos no deben generar más residuos de los que los procesos naturales puedan tolerar en la biosfera, y que la mayor parte de los recursos que utilizamos sean renovables a través del ecosistema o sean reciclados por completo si no son renovables. Además, una población sostenible no debe crecer más allá del punto en el que se violan los límites naturales. Según estos criterios es evidente que la población humana o su repercusión en el medio, actualmente no es sostenible.

Con el fin de determinar lo que podría ser un nivel de población sostenible, tenemos que entender el concepto ecológico de capacidad de carga . La capacidad de carga es el nivel de población de un organismo que se puede sostener dada la cantidad de infraestructura a su alcance, necesaria para su ciclo de vida. Si los números de un organismo están por debajo de la capacidad de carga de su entorno, su tasa de natalidad aumentará. Si la población excede la capacidad de carga, la tasa de mortalidad aumentará hasta que los números de la población sean estables. La capacidad de carga se puede aumentar mediante el descubrimiento y explotación de nuevos recursos, como los metales, el petróleo o la tierra fértil deshabitada, o puede ser disminuida por el agotamiento de los recursos existentes y la acumulación de residuos, por ejemplo, la disminución de la fertilidad del suelo y la contaminación del agua.

Un aumento en la capacidad de carga de un ecosistema en general se puede deducir a partir de un aumento de la población que habita en ella. Cuanto más fuerte sea la subida, más seguros podemos estar de que la capacidad de carga se ha ampliado. En nuestro caso, un gráfico de la población mundial hace evidente que algo ha aumentado enormemente la capacidad de carga del mundo en los últimos 150 años. Durante los primeros 1800 años de la era común, al igual que las decenas de miles de años antes, la población creció muy gradualmente a medida que la humanidad se extendió en todo el mundo. Hacia 1800 esto comenzó a cambiar, y a partir de 1900 la población humana creció espectacularmente.

Anteriormente al siglo XX, los aumentos poblaciones se debían al descubrimiento y explotación de nuevas tierras fértiles, pero para el año 1900, los seres humanos prácticamente ya se habían desplegado por todos los rincones del planeta. El elemento innovador que cambió todas las tendencias conocidas fue el petróleo. El uso general de este recurso comenzó en un momento en que la población mundial era de aproximadamente 1.650 millones de habitantes. Desde entonces, el número de habitantes se ha cuadriplicado 

Población y Petróleo
Población mundial vs producción de petróleo. Fuente: paulchefurka.ca

Otro de los factores que hizo crecer la capacidad de carga de la Tierra, fue el aumento en todo el mundo de la producción de alimentos debido al crecimiento de la agricultura industrial. Este aumento de la productividad agrícola denominado Revolución verde, se basa en la mecanización, los pesticidas y fertilizantes y la ingeniería genética. Para el desarrollo de esta industria es fundamental el uso del petróleo y el gas natural para hacer funcionar la maquinaria y como materia prima de la química necesaria en los procesos.

La "Revolución Verde" es en el fondo un ejemplo más de la enorme utilidad del petróleo. Sin grandes cantidades de petróleo barato, esta revolución no podría haber ocurrido. En el año 2000, un estudio publicado por la Universidad de Michigan indicaba que cada caloría de energía de los alimentos que se consume en los Estados Unidos representa más de siete calorías de energía no alimentaria (otros estudios han situado este ratio en 10:1), lo que aproxima una idea de lo estrecha que es la conexión. Actualmente, Estados Unidos utiliza más del 12% de su consumo total de petróleo para la producción y distribución de alimentos. A medida que el suministro de petróleo empiece su inevitable descenso, se verá afectada la producción, por lo que inevitablemente en los próximos decenios el suministro de alimentos para mantener nuestra creciente población estará bajo una presión creciente, y sujeto a su propio declive. Tal y como expone el ecologista canadiense Paul Chefurka, "el petróleo es como el corazón de una enorme economía de la energía de la humanidad, así como el corazón de su suministro de alimentos".

Fuente: lr21.com
Hay dos maneras en que una población pueda recuperar el equilibrio con la capacidad de carga de su medio ambiente. Si la población se mantiene constante o sigue aumentando, el consumo per cápita debe caer. Si por el contrario el consumo per cápita se mantiene constante, las cifras de población deben disminuir. Si se descompensa el equilibrio entre estas variables, dependerá de la proximidad de la población a un nivel de subsistencia de consumo. Las partes de la población que están operando cerca de la subsistencia experimentarán una reducción de sus habitantes, mientras que los sectores de la población que tienen más de lo que necesitan experimentarán una reducción en su nivel de consumo, pero sin una reducción correspondiente de sus integrantes.

Las poblaciones con un exceso importante siempre declinan. Esto se puede ver en las relaciones depredador-presa en el mundo animal, donde el agotamiento de las presas da como resultado una muerte regresiva de los depredadores. Según la dinámica del sistema propuesto de forma independiente por los científicos Alfred Lokta y Vito Volterra, los depredadores se desarrollan cuando hay presa abundante, hasta llegar a un momento en que superan a su suministro de alimentos y comienza el deterioro. A medida que la población de depredadores declina, la población de presas aumentará de nuevo. Estas dinámicas continúan en un ciclo de crecimiento y decadencia.

Modelo Lokta-Volterra predador-presa. Fuente: jmonzo.blogspot.com
Para la humanidad (depredador), el empleo del petróleo (presa) ha permitido realizar acciones prodigiosas. Pero en nuestro caso el petróleo es un recurso finito y no renovable, lo que significa que su uso no es sostenible. Por tanto la capacidad de carga adicional que el petróleo ha agregado al mundo en proporción directa con su uso, es igualmente insostenible. Una disminución en el suministro hará que la capacidad de carga del planeta caiga automáticamente. 

Nuestra población hoy es al menos cinco veces más de lo que era antes que el petróleo llegara a la escena, y sigue creciendo. Si este recurso se agota sin tener un sustitutivo que nos proporcione las mismas cualidades, nuestra población no tendría más remedio que declinar al nivel soportable por una capacidad de carga baja del planeta.

Cuando se señalan conclusiones de este tipo, una de las acusaciones comunes dirigidas contra aquellos que las presentan es que, al hacerlo, están abogando por reducciones masivas de población. Nada podría estar más lejos de la verdad. Es el simple producto del continuo crecimiento de nuestra especie en número y capacidad, un crecimiento exponencial que está teniendo lugar en el nicho ecológico finito de la Tierra. El reciente crecimiento ha sido impulsado por unas existencias de combustibles fósiles que están a punto de comenzar a declinar, peak oil, mientras nuestra población y actividades siguen creciendo. No se podrá superar la crisis mundial que se avecina sin una radical modificación de las políticas que se han seguido hasta ahora. 

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