15 de mayo de 2013

Titanic

"Sólo cuando se haya talado el último árbol; sólo cuando se haya envenenado el último río; sólo cuando se haya pescado el último pez; sólo entonces, descubrirá el hombre blanco que el dinero no se puede comer" Profecía de los indios Cree

El famoso hundimiento del Titanic permite extraer excelentes metáforas con el presente. De entre la abundante literatura que se han escrito sobre los paralelismos de esta historia, recomiendo al lector que visite dos magníficos artículos, uno que establece conexión con el sistema económico y social y otro que lo relaciona con el cambio climático.

File:Iceberg.jpg
Iceberg. Fuente:Wikipedia
En el primero de ellos, su autor Alberto Montiel nos explica las similitudes entre la apariencia inofensiva de un iceberg visto desde el nivel del mar, con la poca previsión y soberbia empleada por las clases dirigentes ante el desastre económico oculto y latente que se avecinaba, así como los ineficaces achiques de agua en los compartimentos inundados después de la colisión recuerda las igualmente poco eficaces medidas de inyectar capital al sistema financiero.

Resulta igualmente simbólico el hecho de que los pasajeros de primera clase fueron los últimos en percatarse de la catástrofe al estar más distanciados físicamente de la zona de impacto, pero su status privilegiado les permitió ser los primeros en recibir las medidas de rescate.

El segundo artículo propuesto recibió el primer premio en categoría blogs de la Fundación Biodiversidad en su edición 2009, y es obra del periodista científico e Ingeniero Superior de Telecomunicaciones Ferrán Villar.

En el planteamiento que realiza el autor, se relaciona a un sistema dinámico con las consecuencias de un comportamiento exponencial y el retardo de los efectos del calentamiento global.

El potente e "insumergible" Titanic, que representa al sistema Tierra, es forzado a navegar innecesariamente a velocidad máxima. El iceberg es avistado con pocos minutos de antelación, pero la inercia adquirida no permite sortearlo. Cinco de los compartimentos estancos delanteros de estribor se curvaron hacia dentro, saltando los remaches e inundándose.

Hundimiento del Titanic. Fuente:blog.republica.com
El diseñador y constructor del transatlántico Thomas Andrews estimó que de haberse anegado cuatro compartimentos podría haber existido la posibilidad de mantener el buque  a flote, pero la inundación del quinto suponía traspasar el punto de no retorno o umbral de estabilidad del sistema. En ese momento se produce la inclinación del barco y su consecuente hundimiento. Aunque en principio de  manera lenta, llega un momento en que la aceleración se comporta de manera exponencial. Física en estado puro.

El sistema climático de la Tierra tiene un efecto similar con la concentración de gases de efecto invernadero que afectan al calentamiento del planeta. Un incremento en la acumulación de estos gases provoca un aumento de la temperatura media lo que, a partir de un cierto punto, provoca a su vez mayores emisiones de gases de efecto invernadero, tanto antropogénicas como naturales, estas últimas debido a la interacción con el denominado “ciclo del carbono”, produciéndose un efecto de retroalimentación positiva del sistema.

Un mecanismo de interacción entre procesos del sistema climático se llama retroalimentación climática, cuando el resultado de un proceso inicial desencadena cambios en un segundo proceso que, a su vez, influye en el proceso inicial. La retroalimentación es positiva cuando intensifica el proceso original y negativa cuando lo reduce o modera.

El problema del aumento de emisiones de gases de efecto invernadero es el de no dar tiempo a la Tierra de alcanzar un nuevo estado de equilibrio. Una concentración creciente al ritmo actual o mayor, podría colapsar el sistema y llevarnos a un punto de no retorno de consecuencias imprevisibles.

Al igual que le sucedió al Titanic, una sociedad no se hunde por un problema en concreto, si no que lo hace por una concentración de desequilibrios. El sistema falla en conjunto mediante un lento proceso. El agotamiento de los recursos energéticos de origen fósil, el cambio climático, la superpoblación, la inestabilidad del sistema financiero, la capacidad de carga del planeta como ecosistema, el agua potable, los alimentos, entre otros problemas, forman parte de la misma estructura. De nuestra civilización globalizada.

Los actuales problemas sistémicos se han de resolver todos a la vez, ya que de lo contrario siempre tendremos la incertidumbre de que se pueda llegar a inundar el compartimento que nos desestabilice irremediablemente. De que se pueda llegar a traspasar el umbral de la estabilidad. 

Fuente: vanguardia.com

1 comentario:

CALÍCRATES dijo...

Excelente la comparación de nuestro sistema económico con el Titanic, que desconocía había estado tan cerca de salvarse. Me temo que, sin embargo, en nuestro caso tampoco será posible detener la inercia adquirida.

Enhorabuena por el blog, muy completo desde el punto de vista del contenido e imágenes.

Saludos cordiales,

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